sábado, 11 de febrero de 2012

ten cuidado mamá

Antes de salir de mi casa siempre siempre le doy un beso a mi hijita y le digo
que ya me voy a mi trabajo. El otro día, ella me siguió hasta la puerta de
la casa y me dijo “ten cuidado con los carros mamá, ya??” yo la admire mucho y
le dije “si hijita tendré cuidado”.
La admire porque allí dentro de sus palabras había tanto tanto amor hacia mi,
una preocupación por mi persona y por lo que me podía pasar; fue especial,
después de todo es tan normal que una madre le de recomendaciones a su hijita
pero tan poco común que una niñita de casi tres años le de recomendaciones a su
mamá.

siempre te querre

Es la portada del libro para niños de Debi Gliori; no he leído el libro pero me encanta la  portada!!

viernes, 9 de diciembre de 2011

Las princesas y el matrimonio

Al día siguiente de asistir a un matrimonio, la princesa esta recostada junto a mí en el sillón de la sala y me dice que quiere casarse con su único amiguito. Yo miro a mi hija que ni siquiera ha soplado tres velitas en un pastel de cumpleaños y pienso que ver a una mujer en vestido de novia bailando con su esposo vestido de muñequito de torta puede estimular muchas ideas en alguien tan chiquita como mi hijita.

Mi hija continua la conversación diciéndome: quiero ser una princesa para casarme!! Y yo le digo que ella ya es una princesa y que no necesita casarse salvo que ella realmente quiera hacerlo. Ella se sonríe y me mira con cara de “ay mamá que tonta eres” y me dice: pero es que todas las princesas se casan mamá!!!.

Yo buceo en mi cerebro y efectivamente no encuentro ninguna princesa, que mi hija conozca, que no se haya casado al finalizar el cuento: Aurora (la bella durmiente), la cenicienta (que no se porque no tiene nombre), Thiana (la de la princesa y el sapo), Rapunzel, Ariel (la sirenita) y hasta Mulan que aunque no es princesa sino una guerrera igual se casa con el General Shang en la segunda parte de la película.

Recuerdo entonces una clase de literatura en la Universidad donde se mencionó como los cuentitos de hadas marcan las expectativas que las mujeres tenemos respecto a nuestro futuro y como de alguna manera conseguir marido y casarnos se convierte en nuestra lucecita al final del túnel. No quiere decir que no queramos ser profesionales, trabajar, viajar, tener muchos amigos, construir nuestra propia historia y tener un final feliz que no implique necesariamente matrimonio pero allí esta dentro de nosotros esa idea que nos persigue, que nos acusa, que nos hace pensar que quizás algo “nos falta” si optamos por un camino distinto.

Yo confío en que esta conversación con mi hija sea sólo parte de su ilusión infantil del baile con el príncipe en un gran salón y que no se vuelva la obsesión de su vida, supongo que actualmente toda madre espera que su hija pueda alcanzar sus mas caras aspiraciones y que estas estén vinculadas al éxito profesional y a no a conseguirse marido. Aunque claro tampoco es que no nos gustaría que un día viajando por el mundo nuestra hija conociera a un príncipe de esos pocos que la realeza europea aún tiene que viera lo maravillosa, inteligente y exitosa que ella es y de pronto le propusiera matrimonio, a mi si me gustaría je je je.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

decisiones: ser o no ser

Creo que la ambición de toda madre es ser una buena madre. Cuando fui madre por primera vez me atormentaba mucho la idea de no ser una madre a tiempo completo, con ello arrebatarle a mi hija algo que consideraba que le pertenecía y no ser una buena madre; me sentí bastante egoísta por continuar trabajando pero trate de justificarme pensando que no sólo trabajaba por mi sino que también lo hacía por el bienestar de mi familia.

Ahora que seré madre por segunda vez la disyuntiva de ser madre tiempo completo o de ser madre trabajadora vuelve a surgir pero con un pequeño detalle: no cuento ahora con un familiar a quien encargarle mi bebe. Es un detalle muy importante porque en realidad siento que lo más preciado que una puede tener son precisamente sus hijos y ellos son lo más delicado que existe por lo que para mi no es tan sencillo dejarlos en manos de una extraña.

Por momentos parece que la única opción es dedicarme a mi casa y a mis hijos y aunque en otra época de mi vida lo deseaba mucho en esta ocasión siento que trabajar es una necesidad imperiosa para poder brindarles algo de bienestar a mis hijos. Pero definitivamente siempre será mas beneficioso para ellos que yo los cuide a que los deje en manos de algún extraño.

Cuando me planteo todo esto pienso que será sólo por un tiempo pero la incertidumbre de no saber cuanto tiempo será me preocupa. Podré algún día volver a trabajar?? Retomar mi carrera y dedicarme a ella??? O es esta una salida definitiva, una situación respecto a la cual no hay vuelta atrás y por ende significara dejar morir a mi lado profesional para afianzar mi lado maternal??.

Estoy asustada con las decisiones que debo tomar pero sé que debo definir que opción tomar y con ello marcar el inicio de un nuevo camino que quien sabe donde me llevará.

Quizás estos temores y decisiones son los que impulsan a muchas personas que conozco a no tener bebes, a dejar de lado la reproducción y dedicarse a viajar por el mundo, especializarse más y mas en sus carreras y en fin vivir una vida totalmente plena sin la “carga” de los hijos. Pero cada uno elige lo que quiere y yo he decidido ser madre.

viernes, 2 de diciembre de 2011

no te vayas mamá!!!

Esta mañana la princesa me dice: “mamá quiero que me cuentes un cuento” y yo le digo “tu sabes que en la mañana hay que prepararse para ir al trabajo, cuando regrese de mi trabajo te leo un cuento” y entonces ella me mira con sus ojos hermosos y me dice: “ya se! Que mi papá vaya a su trabajo y tu te quedas conmigo” a mi se me derrite el corazón!!!!, quisiera poder quedarme con ella, sé que ella necesita mi compañía y la extraña pero también sé que no puedo hacerlo.

lunes, 28 de noviembre de 2011

arrullando a mis hijitos

Últimamente la princesa suele pedirme que le cante una canción para que se duerma, ello generalmente ocurre cuando le resulta difícil conciliar el sueño. Yo siempre le canto “Duerme ya dulce bien…” y me invento casi toda la canción según me da la gana porque de verdad nunca me he sabido más allá de ese estribillo y el tonito de la canción. A veces quiere que la arrulle en mis brazos como cuando era bebe y en esos instantes siento que les canto a mis dos hijos porque siento que estamos tan conectados los tres, siento que ambos oyen el latir de mi corazón y mientras la princesa quizás recuerda esos momentos pacíficos en que estaba dentro de mi el bebe comienza a fabricar sus primeros recuerdos donde el latir de mi corazón se mezcla con mi voz y mi canción. En esos momentos me siento tan extraña, tan mamá y amo tanto tanto a mis hijos qu quisiera poder dejarlo todo todo para pasar más tiempo con ellos y para poder tener más paciencia porque el cansancio mata la paciencia.

viernes, 25 de noviembre de 2011

un poco de coherencia

Una amiga me contó que el otro día su hijo estaba almorzando pero por alguna razón se le había metido la idea de ir a la calle, así que ella le dijo: cuando termines de almorzar saldremos un ratito. El bebe de un año y medio comenzó a llorar reclamando la calle y ante la impotencia de la madre, el padre del niño lo abrazó y le dijo: esta bien vamos ahora ya después terminaras de almorzar.

Más allá de las consideraciones acerca de si condicionar la realización de alguna actividad al culminar el almuerzo sea un método adecuado o no me llamó mucho la atención la actitud del padre. El justifica su actuar en que detesta ver sufrir a su hijo y que regresando de la calle quizás tendrá más apetito y estará más tranquilo; yo creo que el padre ha actuado emocionalmente pensando únicamente en el momento sin medir el efecto de su actuar.

Me explico: al actuar de esta manera el padre ha validado el llanto como forma de reclamo (aunque es evidente que en un niño que apenas habla el llanto es una expresión válida para expresar varias emociones y exige de nosotros mucha atención para descifrarlo) y ha mandado el mensaje de que llorando se pueden conseguir las cosas, hay que tener en cuenta que el niño había verbalizado su requerimiento y que había recibido una respuesta razonada para el mismo pero la actitud del padre puede llevar a la conclusión de que no tiene sentido verbalizar de manera calmada un pedido (porque no se consiguen así las cosas) sino que mejor es gritar y llorar.

Lo más grave de todo es la manera en que se desautoriza a la madre en cuanto a los límites y condiciones que le pone a su hijo el mensaje que subyace allí es que lo que dice mamá no es tan importante como lo que dice papá.

Este es un episodio que dará al niño un indicio de cómo “deben” funcionar las cosas en la casa y la repetición de episodios similares acentuara la situación.

Yo les dije que debían conversar bien acerca de cómo hacer las cosas para estar de acuerdo y no mandarle mensajes contradictorios al bebe pero sobre todo para no andar desautorizándose mutuamente. Es importante que uno trabaje en equipo cuando cría a un bebe y debe trabajar en equipo con todos los involucrados: con la nana o con la persona que nos apoye en el cuidado del niño (si trabajamos), con el padre si vivimos con él, con los abuelos cuando los visitamos seguido y así con todos aquellos que tendrán influencia directa en la crianza del pequeño.

No debemos olvidar que el niño es como una pequeña esponja muy atento a todo lo que sucede a su alrededor, con alta capacidad de captación y un mayor entendimiento del que nosotros podemos darnos cuenta. No subestimemos a nuestros hijos, no creamos que porque son bebes no entienden lo que pasa a su alrededor o que lo olvidaran prontamente, quizás olviden el episodio pero no las conclusiones que de el sacaron.

No digo que esto sea sencillo, ¡no lo es! ¿Quién dijo que la maternidad lo era? Es sólo que tenemos que hacer nuestro máximo esfuerzo en ser coherentes con nuestros mensajes tanto verbales como no verbales.